En un pequeño pueblo de tradición trufera del Maestrazgo, la inquietud de dos jóvenes por adentrarse en este enigmático mundo hizo que se convirtiera en su pasión.
Aquel día marcó el inicio de este proyecto y también el de una forma de ver nuestro entorno, nos hizo ver que no todo es tan sencillo como parece y que no todo se encuentra dónde uno piensa que está.
Nos enseñó que las cosas propias y valiosas de un territorio sólo podían encontrarse con instinto, empeño y trabajo duro. En ese momento entendimos que nuestro compromiso no sólo era con un producto, también con nuestra tierra y sus gentes.
Siempre a su ritmo y aguardando pacientes, nuestra tierra nos recompensaría con sus mejores secretos.
Secretos que nosotros quisimos llevar a las manos de los mejores chefs y amantes de la cocina de todo el mundo.